Primero lo primero, ¿Qué nos dicen las dietas alcalinas?
Los seguidores de esta dieta aseguran que un pH ácido es la causa de muchas enfermedades.
Esta dieta promete bajar de peso, eliminar malestares gastrointestinales, fortalecer el sistema inmunológico, mejorar las condiciones de la piel, prevenir el cáncer y otras enfermedades. (¿Nada mal no? Pero bueno, sigamos leyendo…)
El objetivo de la dieta es mantener el pH de la sangre en 7.4, por lo que se recomienda consumir alimentos alcalinizantes y evitar en los que acidifiquen el cuerpo.
Incluso existen unas tablitas como esta:
Ahora, hablemos en serio!!
No voy a negar que pudiera parecer algo lógico a simple vista pero cualquier profesional de la salud sabe que nos están vendiendo una idea tentadora, pero ¡falsa! (Si, tan falsa como creer que los cítricos nos ayudan a “cortar” la grasa acumulada en nuestro cuerpo)
Si alguien les menciona que al comer frutas y verduras el pH de su cuerpo se va a alcalinizar ¡¡aguas!! Seguro que no conoce nada de fisiología humana.
Pero bueno, y a todo ¿Qué es el pH?
El pH es una medida de acidez o alcalinidad de una solución, hablamos de un pH neutro cuando nuestra escala esta en 7 (como el agua) y siendo 0 un pH muy ácido y 14 completamente alcalino.
Existen 3 mecanismos en nuestro cuerpo para regular el pH:
1. Sistema renal: Los riñones eliminan los ácidos no volátiles.
2. Sistema respiratorio: Los pulmones se encargan de eliminar los ácidos volátiles, como el CO2, generados en parte por los amortiguadores.
3. Los amortiguadores (o buffers): En nuestros líquidos corporales (tanto extra como intracelulares) contamos con buffers que amortiguan los cambios de acidez. Estos buffers tienen los dos componentes, ácido y alcalino, para regular un posible exceso de cualquiera de ellos.
Si estos mecanismos as funcionan correctamente, no hay de qué preocuparse.
Además tenemos que tener presente que este funciona a diferentes pH, y que este determina el estado de cada uno de nuestros órganos y las funciones de nuestro cuerpo.
1. Por ejemplo el jugo gástrico de nuestro estomago tiene un pH muy ácido, aproximadamente de 1.5 Lo que es ¡buenísimo! y necesario para que se puedan descomponer los alimentos que ingerimos. (Por lo que no nos vendría bien alcalinizar a nuestro estomago ¿o sí?)
2. Nuestra piel y nuestro sudor tienen un pH aproximado de 5.5, un poco más ácido para protegernos de posibles infecciones.
3. El pH de nuestra sangre oscila alrededor el 7.3 -7.4, por lo que es ligeramente las alcalina. (Por esto muchísimas personas dicen que deberíamos de consumir únicamente alimentos alcalinos, para alcalinizar nuestra sangre y bueno aunque así funcionara, que no lo es, ya que la modificación de la dieta no puede cambiar la acidez de cualquier parte del cuerpo, con excepción de la orina, esto podría también resultar peligroso, ya que si nuestra sangre tiene un pH mayor a 7.45 tendríamos un problema de alcalosis)
En conclusión
Lo malo…
Sin duda la mala información, o la desinformación sobre este tipo de dietas y muchas más (de las cuales más adelante platicaremos). La dieta alcalina no sirve para alcalinizar la sangre, son nuestros órganos quienes se encargan de hacerlo.
Pero no todos los principios de esta dieta son malos:
Lo bueno…
En todas las dietas que busquen eliminar el consumo de productos procesados (bajos en nutrientes y llenos de azucares, grasas, conservadores y sodio), que promuevan el consumo de verduras, granos, cereales enteros y frutas ofrecen sin duda un beneficio a la salud.
Cecilia Cabrera Pérez
Nutrióloga
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